jueves, 19 de mayo de 2011

De mi azotea

Una realidad diferente está presente todo el tiempo,
un mundo completamente distinto, la inmensidad...
Un lugar absolutamente desconocido,
en el que las posibilidades son infinitas...
Una estrella, una bola de fuego INMENSA que nos da vida...
Su luz...
Los colores que sólo un ojo es capaz de ver...
La realidad, esa que cada uno mira de manera completamente diferente,
toma forma y existencia para nosotros determinada por cinco sentidos...
¿Qué pasaría si mirara las veinticuatro horas al cielo?
Sería bueno que todos le miraramos de vez en cuando, para escapar...
Para no tener una concepción del mundo tan cerrada y antropocéntrica...
Para asombrarnos, para maravillarnos una y otra vez,
sin poder entender remotamente qué hace una bola inmensa de tierra y piedras,
flotando en medio de la nada, poblada por seres vivientes,
entre ellos los más surreales de todos:
nosotros...
viviendo sin finalidad alguna
y creyendo que sí...

.


Por más difícil de creer que parezca, 
en mitad del caos, 
en mitad de aquel lugar que los humanos 
se han esforzado en destruir como a ningún otro por estúpidos,
y que algún día fuera la gran Tenochtitlan, 
mismo en que ya es difícil y extraño ver al menos una estrella, 
es posible mirar la belleza del Universo sobre nuestras cabezas,
de vez en cuando…























1 comentario:

  1. Tal vez sea sólo cuestión de ver en el momento indicado, permitiéndonos ver lo que hay y no lo que queremos ver. Si las estrellas pueden verte a tí, seguro tú puedes verlas a ellas. Mira, alcánzalas, sueña.

    ResponderEliminar